Hay dos tipos principales de cordilleras según su origen:
Cordilleras perioceánicas
Se forman en los bordes de los continentes, cuando una placa oceánica subduce bajo una continental. Se originan en el siguiente proceso:
1. Formación del prisma de acreción. La mayoría de los sedimentos que transporta la litosfera oceánica no subducen. El frente de la placa continental retiene los sedimentos, que serán apilados, plegados y fracturados originando el prisma de acreción.
2. Magmatismo y metamorfismo. La subducción de la placa oceánica bajo la continental ocasiona la fusión parcial de las rocas. El magma originado asciende y, en ocasiones, alcanza la superficie produciendo actividad volcánica. Otras veces se queda en el interior, engrosando la corteza continental.
Además, las altas presiones y temperaturas favorecen el metamorfismo de algunas rocas.
3. Elevación del orógeno. Se produce, en primer lugar, por el engrosamiento de la corteza continental, como consecuencia de la actividad magmática y de la acumulación, plegamiento y fractura de materiales sedimentarios. También tiene lugar una importante elevación isostática, porque la densidad de estos materiales es menor que la de los que forman el manto.
Las cordilleras formadas por este proceso son paralelas a la costa, pues es allí donde se depositan los sedimentos oceánicos. Un ejemplo muy característico es la cordillera de los Andes.
Cordilleras intercontinentales
Se originan en el interior de los continentes, cuando la placa que subduce tiene un tramo oceánico al que sigue uno continental. Siguen este proceso de formación:
1. Subducción oceánica. La litosfera oceánica subduce y se forma el prisma de acreción. Hay actividad magmática y metamórfica.
2. Cierre de la cuenca oceánica. El continente alcanza la zona de subducción, pero le resulta difícil introducirse en el manto debido a su grosor y baja densidad.
3. Colisión continental. Los dos continentes colisionan. Los materiales situados entre ellos son comprimidos y se pliegan, fracturan y elevan. Un continente se incrusta en el otro, por lo que la corteza continental se puede duplicar en esta zona. Esto provoca una gran elevación isostática. Cesa la actividad magmática.
Este proceso, la subducción continental, ha originado cordilleras como los Pirineos, los Alpes o el Himalaya.
El siguiente vídeo explica, además de cómo se originan las cordilleras, otras cosas sobrre la tectónica de placas que nos ayudan a entender su formación:
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