Sin embargo, en aquel momento no respondí a una pregunta muy interesante: ¿podemos clonarlo todo, o existe algo imposible de clonar?
En teoría, es posible clonar cualquier ser vivo no extinto. En el caso de las plantas, el proceso es muy sencillo, ya que estas se reproducen asexualmente de forma natural; por tanto, bastaría con obtener un brote, bulbo o tubérculo del progenitor para crear un individuo idéntico a él.
Estos mecanismos nos permiten clonar plantas de una forma sencilla
En cuanto a los animales, el proceso de clonación es más complicado, y consiste en introducir el núcleo de una célula somática en un óvulo sin núcleo, estimulando su división para dar lugar a un nuevo ser. Como veremos más tarde, este método no origina organismos 100% idénticos.
Aparte de la oveja Dolly, se han clonado otros
muchos animales, como el mono Rhesus
Como ya vimos en la otra entrada sobre la clonación, cabe la posibilidad de que podamos recuperar especies extintas en un futuro no muy lejano. De hecho, ya se ha intentado. Sin embargo, solo se obtuvo un éxito parcial, pues la especie en cuestión únicamente volvió a la vida durante unos minutos: se trata del bucardo, también conocido como cabra montés pirenaica, extinto en el año 2000 debido a su sobreexplotación como presa de caza.
Para devolverlo a la vida, se inyectó un núcleo celular de la última hembra de la especie en un óvulo de cabra, introducido posteriormente en el útero de una hembra adulta. Así, tras numerosos intentos, se logró que naciera un cabrito, pero este murió al poco rato.
Entonces, ¿es posible recuperar todas las especies que han desaparecido? ¿Podríamos, por ejemplo, devolver los dinosaurios a la vida?
Desgraciadamente, no. El ADN se deteriora con el paso del tiempo y, sin él, es imposible clonar a un organismo. Por ello, no podemos recuperar las especies extintas hace más de 10.600 años, pues el material genético no permanece en buenas condiciones tanto tiempo.
En cambio, hay otros procedimientos que nos permitirían obtener algunos rasgos de estos reptiles en las aves, que son sus descendientes más próximos. En esta charla del TED (especialmente desde el minuto 10), el paleontólogo Jack Horner nos habla de cómo podría lograrse esto:
Antes he dicho que la clonación de animales por transferencia de núcleo no origina organismos completamente idénticos. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: el núcleo de nuestras células no contiene todo nuestro material genético.
En efecto, una pequeña parte del ADN (37 genes en el caso de los humanos) se encuentra en las mitocondrias, que en este proceso provienen de la hembra donante del óvulo. Esto supone una pequña diferencia a nivel genético entre el progenitor y su clon.
El ADN mitocondrial es circular, similar al de las bacterias.
En la imagen se observan algunas de las enfermedades asociadas a él
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