viernes, 19 de febrero de 2016

Las células madre y sus tipos

¡Bueno, empezamos con la genética! Y el primer tema que vamos a tratar son las células madre. Todos hemos oído hablar sobre ellas, pero ¿qué son exactamente?

Las células madre son aquellas que tienen la capacidad de dividirse, originando células especializadas y nuevas células madre.

Según su capacidad de diferenciación en otros tipos de células (potencia), las células madre se clasifican en cuatro tipos:



Totipotentes

Pueden crecer y formar un organismo completo, tanto sus componentes embrionarios (por ejemplo, el saco vitelino) como extraembrionarios (como la placenta). Por tanto, pueden formar todos los tipos de células del organismo.

El cigoto es un ejemplo de célula madre totipotente



Pluripotentes

No son capaces de formar un organismo completo, pero sí cualquier tipo de célula embrionaria. Un ejemplo son las células madre del blastocisto, entre cuatro y seis días después de la fecundación del óvulo.

Hoy en día es posible reprogramar células especializadas para transformarlas en células madre pluripotentes inducidas (iPS). Este breve vídeo habla sobre las iPS y sus utilidades:




Multipotentes

Pueden dar lugar a múltiples tipos de células, pero todos ellos pertenecientes a un mismo tejido, órgano o sistema fisiológico. Se encuentran, principalmente, en los individuos adultos.

Las células hematopoyéticas son células
multipotentes capaces de diferenciarse en todos
los tipos de células que componen la sangre



Unipotentes

Pueden diferenciarse únicamente en un tipo de células. Un ejemplo son las células madre espermatogénicas, productoras de espermatozoides.

Las células madre de las paredes de los túbulos 
seminíferos son unipotentes




Las células madre también se pueden clasificar según la fase de desarrollo del organismo en que están presentes. De esta manera, distinguimos dos clases de células madre:

-Células madre embrionarias, localizadas en la fase de embrión y con una enorme capacidad de diferenciación.

-Células madre adultas, que se encuentran en tejidos y órganos adultos y tienen una menor potencia.


Es importante no confundir las células madre o troncales con las células progenitoras. La diferencia entre ambas consiste en que, mientras que las primeras pueden autorrenovarse (dar lugar a nuevas células madre) y diferenciarse, las segundas solamente pueden diferenciarse.

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